lunes, 13 de agosto de 2007

Paseo por una plaza en un dia de lluvia.

Paso a paso,
pulgada a pulgada,
centímetro a centímetro,
se construyen grandes caminos.

Siempre dificultades,
siempre imprevistos,
que solo se ven de una manera.

¿Quién dice que una lluvia
viene para mal?,
quien me explica por que las flores
mas bellas florecen en invierno;
solo esa lluvia,
esas gotas que una a una fuero
humedeciendo la tierra,
ayudaron a crear cual majestuosa
omnipotencia.

¿Quién por favor me dice
por que las golondrinas nacen en verano?,
si hace tanto calor.

Aquel paso que fallé,
aquella mirada,
el simple pestañeo
con sentido,
vale mas que el tiempo.

Aquel tiempo perdido
aquel tesoro poco valorado,
aquella palabra sin respuesta
que se ahoga entre lágrimas,
aquel nudo en la garganta
que de podo en poco mata sigilosamente,
pero que simplemente todos aceptan,
y sin reproche caban cepultura a sus
propios sentimientos.

(Francisco Villablanca.)

Paseo por una plaza bajo la lluvia.

domingo, 12 de agosto de 2007

Intento de antipoema

   Buenos queridos bratos, lamento informarles que éstas palabras no tiene sentido, si, como lo han escuchado, éstas palabras no tienen sentido, son solo pensamientos vagos que intentaban transmitir algo, que querían recuperar perdidas, pero que mas desde hoy no tendrán ese motivo.
   Desde ahora en este libro abierto a cualquier persona, no se podrán leer palabras como bondad, o amor, pues solo sentimientos de lleno estarán aquí.
   Difícil tarea para tan joven persona, pero que mas de si misma no podrá entregar, pues cada palabra vendrá de su centro, de su mismo ser.
   Quizás he perdido batallas, guerras mas nunca faltaran, solo que las mías no se lidian en campos de gente muerta, sino dentro de una muerta.
   Tratare de separar mi mente de mi corazón, mas dolor mas grande no sentiré jamas, pues de tan unidos que estaban, son uno solo.


Francisco villablanca.
(Intento de antipoema)

viernes, 10 de agosto de 2007

Paradoja

Había pero no había una vez:

Cuando el tiempo no corría,        
cuando el murmullo de tu voz no existía,
cuando alguien no nacía;
cuando subía y subía
para alcanzar a tu viejo cielo,
cuando tu voz resonaba en mis oídos.

En el tiempo callaste tu angustia
pero el tiempo se encargo de hacerlas notar,
con palabras amargas, veía tu rostro quedar,
mas solo tu silencio aplacaba mi angustia,
que ni el tiempo pudo acallar.

En el vacío de tus labios,
mas ya no corrió palabra alguna;
pero que aún resuenan en tus labios,
como ecos interminables.

Explicaciones muchas,
y todas sin sentido;
solo el frío recuerdo de tus ojos,
en mi mente quedará.

Quizás un súplico de auxilio,
quizás un grito de guerra,
solo el tiempo dirá,
si vuestra merced se digna en contestar.

(Francisco villablanca.)